Todo cambió para la publicidad cuando se compró Kraft por millones de dólares
Las marcas se convirtieron en una inversión. Empezó todo cuando en 1988, Philip Morris compró la compañía de nombre Kraft, que en español es "trabajo". Pagó 12,600 millones de dólares por ella, cuando su valor era seis veces menor.
Con la compra de esta compañía, se le dio un mayor valor al nombre de la marca pues así es como se reforzó la idea de la identidad de una marca.
Hoy en día, compañías como Burger King y Mastercard hacen uso de su nombre como técnica de propaganda.